PROBLEMAS HEPÁTICOS

This page is part of the Spanish version of the PanCare PLAIN summaries about late effects and recommendations for long-term follow-up care for survivors of childhood, adolescent, and young adult cancer. Click here, to visit the English PLAIN summaries.

Problemas del hígado

El hígado es un órgano ubicado en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de la caja torácica. El hígado tiene múltiples funciones y una de las principales es filtrar sustancias tóxicas y eliminarlas del torrente sanguíneo. El hígado también produce bilis y proteínas que ayudan en la digestión de los alimentos. La bilis producida por el hígado se almacena temporalmente en la vesícula biliar y luego se libera en el intestino para ayudar en la digestión.

A veces, pueden surgir problemas en el hígado. Entre ellos se incluyen:

  • Fibrosis hepática o cirrosis, donde el tejido hepático se vuelve cicatricial.
  • Insuficiencia hepática, donde la función del hígado disminuye o deja de funcionar.
  • Daño en las vías biliares, que puede interferir con la liberación de bilis desde la vesícula biliar.
  • Sobrecarga de hierro, donde el hígado no elimina suficiente hierro del torrente sanguíneo. Esto provoca una acumulación excesiva de hierro en el cuerpo (sobrecarga de hierro).

La mayoría de los supervivientes no desarrollan problemas hepáticos. Existen varias medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar problemas en el hígado, como evitar o limitar el consumo de alcohol.

¿Tengo un mayor riesgo de problemas en el hígado?

Cualquier persona, incluidas aquellas que nunca han recibido tratamiento para el cáncer, puede desarrollar problemas en el hígado. Sin embargo, existen algunas condiciones médicas y tratamientos para el cáncer que pueden aumentar el riesgo de tener problemas hepáticos. Los problemas que pueden ocurrir dependen del tipo de tratamiento para el cáncer recibido.

Las siguientes condiciones médicas pueden causar problemas en el hígado:

  • Una infección viral crónica (a largo plazo) del hígado, también llamada hepatitis viral.
  • Enfermedad crónica de injerto contra huésped (GvHD, por sus siglas en inglés), que puede ocurrir después de un trasplante de progenitores hematopoyéticos (células madre)
  • Síndrome de obstrucción sinusoidal (enfermedad veno-oclusiva), donde los vasos sanguíneos más pequeños en el hígado están bloqueados.

Si ha recibido los siguientes tratamientos, esto puede aumentar el riesgo de problemas en el hígado:

  • Radioterapia en el hígado o en un área que incluya el hígado.
  • Trasplante de progenitores hematopoyéticos (células madre)
  • Ciertos medicamentos de quimioterapia (metotrexato, mercaptopurina, tioguanina, dactinomicina y busulfán). Cualquier dosis de estos medicamentos de quimioterapia puede causar problemas en el hígado.
  • Múltiples transfusiones de sangre (glóbulos rojos) como un factor de riesgo para la sobrecarga de hierro.
  • Cirugía del hígado.

Puede verificar si ha recibido alguno de estos tratamientos revisando su resumen o historial de tratamiento. Si no dispone de un resumen de tratamiento o tiene preguntas al respecto, comuníquese con el hospital donde recibió el tratamiento para el cáncer.

Si usted desarrolla problemas hepáticos, no siempre significa que sean causados por su tratamiento para el cáncer. Los problemas hepáticos pueden tener otras causas, como el consumo de alcohol (excesivo), ciertas infecciones, la dislipidemia y el sobrepeso. Para obtener más información sobre la dislipemia y el sobrepeso y la obesidad, por favor consulte: Dislipemia y Sobrepeso y obesidad.

¿Cuáles son los síntomas y signos de problemas en el hígado?

Existen síntomas y signos que pueden indicar que podría tener problemas en el hígado. Aunque es posible que no los presente en este momento, es importante ser consciente de ellos por si llegan a desarrollarse más adelante.

Estos síntomas y signos pueden sugerir que tiene problemas en el hígado:

  • Ojos y/o piel de color amarillo. Esto también se conoce como ictericia.
  • Orina de color naranja oscuro, ámbar o marrón y/o heces pálidas
  • Náuseas, vómitos o dolor abdominal
  • Picazón en la piel
  • Sentirse (muy) cansado todo el tiempo
  • Moretones fáciles

Si experimenta alguno de estos síntomas o signos, comuníquese con su médico de cabecera o especialista en seguimiento a largo plazo lo antes posible.

Tengo un mayor riesgo de problemas en el hígado. ¿Qué pruebas debo hacerme y cuándo?

Si tiene un mayor riesgo de problemas en el hígado, se recomienda:

  • Realizar un examen físico una vez empiece el seguimiento a largo plazo
  • Realizar un análisis de sangre para medir las proteínas (enzimas) del hígado en la sangre una vez entre en seguimiento a largo plazo

Si ha recibido 10 o más transfusiones de sangre (glóbulos rojos), también se recomienda realizar un análisis de sangre que mida la ferritina (otra proteína producida por el hígado) una vez entre en seguimiento a largo plazo.

Si sus análisis de sangre son anormales, puede ser necesario confirmar el diagnóstico repitiendo el análisis de sangre. En ocasiones se necesitan pruebas adicionales, como una ecografía del hígado.

¿Qué sucede si tengo problemas en el hígado?

Si tiene problemas en el hígado, su médico de cabecera o especialista en seguimiento a largo plazo lo derivará a un especialista. Dependiendo de los síntomas y/o signos que presente, puede ser remitido a un:

  • Hepatólogo (médico especializado en el hígado)
  • Gastroenterólogo (médico especializado en el sistema digestivo)

El especialista podrá discutir con usted las diferentes opciones de tratamiento. Además, cuando si presenta problemas en el hígado, se recomienda evitar el consumo de alcohol y tomar medicamentos de venta libre que puedan dañar aún más la función hepática (por ejemplo, paracetamol, ibuprofeno). Los medicamentos recetados también pueden ser dañinos para el hígado, pero antes de dejar de tomar cualquier medicamento recetado, debe consultar con su médico de cabecera o especialista en seguimiento a largo plazo.

¿Qué más puedo hacer?

Saber que puede tener un mayor riesgo de problemas en el hígado puede ser difícil. Hablar con amigos y familiares puede ser reconfortante, al igual que recibir asesoramiento especializado y/o conectar con grupos de apoyo como organizaciones de pacientes. Para obtener más información sobre el cuidado de su salud mental, por favor consulte el apartado: Problemas de salud mental.

Para reducir el riesgo de problemas en el hígado, es fundamental adoptar o mantener un estilo de vida y peso saludable. En particular, es importante evitar o limitar el consumo de alcohol. Cuidar de su salud mental puede ser beneficioso. Incluso pequeños cambios en su estilo de vida pueden tener un impacto positivo tanto en su salud física como mental. Para obtener más información sobre cómo adoptar un estilo de vida más saludable, por favor consulte el apartado: Promoción de la salud.

La vacunación contra la hepatitis A y B puede reducir el riesgo de desarrollar problemas hepáticos. Una vacuna contra la hepatitis B también le protegerá de una infección por hepatitis D. Actualmente, no hay vacunas disponibles contra la hepatitis C y E. Si desea vacunarse, consúltelo con su médico de cabecera o especialista en seguimiento a largo plazo.

Es importante estar al tanto de la posibilidad de desarrollar problemas en el hígado, así como de conocer los síntomas y signos asociados. Si tiene alguna pregunta adicional o la información en este folleto le preocupa, debe contactar a su médico de cabecera o especialista en seguimiento a largo plazo.

¿Dónde puedo encontrar más información?

Puede encontrar más información sobre problemas hepáticos en Internet. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta información no siempre está actualizada o es precisa. Algunas fuentes de información adicional son:

  • British Liver Trust: Aquí puede encontrar más información sobre problemas hepáticos y sobre el apoyo para quienes se ven afectados por ellos en el Reino Unido.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS): Aquí puede encontrar más información sobre los diferentes tipos de virus de la hepatitis.

En este sitio web, también puede encontrar más información relacionada con este tema en los apartados:

Por favor tenga en cuenta

Esta información se basa en la guía del IGHG* sobre “Toxicidad hepática” [1].

Aunque el grupo de información PanCare PLAIN se esfuerza por proporcionar información precisa, completa y actualizada hasta la fecha de publicación, le recomendamos verificar con su médico o especialista en seguimiento a largo plazo para asegurarse de que este resumen refleje la información más actualizada y relevante para usted.

No debe basarse únicamente en esta información. Es recomendable buscar el consejo de un médico cualificado si tiene preguntas sobre una condición médica específica, enfermedad, diagnóstico o síntoma.

No se ofrece garantía o representación ya sea expresa o implícita, sobre la precisión, confiabilidad, integridad, relevancia o actualización de esta información. La versión en inglés de los resúmenes ha sido producida por PanCare, y no se hace responsable de las versiones traducidas de este resumen en otros idiomas. La versión en español de los resúmenes PLAIN fue realizada por [Grupo de Trabajo de Efectos a largo plazo/SEHOP (Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas], y revisada por Mila Ogalla, Young Cancer Survivor and Patient Advocate.

*International Guideline Harmonization Group for Late Effects of Childhood Cancer

[1] Bardi, E. et al. (2021) Vigilancia de la toxicidad hepática tardía para supervivientes de cáncer infantil, adolescente y adulto joven: Recomendaciones del grupo de armonización de guías internacionales para efectos tardíos del cáncer infantil. Disponible en: https://www.cancertreatmentreviews.com/article/S0305-7372(21)00144-4/fulltext